El miedo es una emoción, que ha acompañado al ser humano durante toda su historia. Para la Asociación Americana de Psicología (2010) ,el miedo es una emoción intensa activada por la detección de una amenaza inminente, en donde involucra una reacción de alarma inmediata que moviliza al organismo mediante la generación de un conjunto de cambios fisiológicos.
El miedo es una emoción positiva en el sentido que constituye un mecanismo de supervivencia surgido para permitir al individuo responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia. Es un mecanismo de adaptación al medio. Sentir miedo por algo es natural. La cuestión es cómo reaccionamos ante él. No podemos permitir que nuestra manera de actuar esté condicionada por ese temor o que nos paralice hasta el punto de que nuestras decisiones y actitudes queden supeditas a él (Bedoya & Velásquez, 2014).
¿Por qué tengo miedo?
Es importante recordar que el miedo aparecer ante la percepción de una amenaza, es decir, cuando el señor humano se encuentra ante una situación de peligro que puede tener consecuencias negativas. Por ejemplo, puede causarte miedo tener una enfermedad grave debido a que esto implica efectos negativos como tu bienestar y calidad de vida (Bonet, 2001).
Cabe resaltar que el miedo no solo se debe a la situación, sino a lo que implica para cada uno. Por ejemplo, si tienes la seguridad de que, en caso que tengas alguna enfermedad, tienes la seguridad que vas a recibir un buen tratamiento y te vas a sanar, en este caso la amenaza y el miedo desaparecerán
Por lo tanto, las causas de la reacción del miedo pueden presentarse por una situación de peligro o por la falta de recursos para afrontarla.
¿Cómo superamos los miedos?
Existen algunas herramientas y técnicas que nos ayudan a superar y afrontar los miedos como:
- Aceptar nuestros miedos, Sabemos que todos lo padecemos y no es un síntoma de debilidad reconocerlo.
- Identificar el miedo, es decir, tener claridad frente a qué cosas nos hacen sentir miedo o qué sensaciones nos están provocando el miedo.
- Habla de ello. Una vez que hayas reconocido tu miedo, habla de ello con naturalidad, compártelo con los demás, eso te aportara tranquilidad y seguridad.
- Aprende técnicas de relajación, cuando el miedo te paralice y sientas muchas ganas de salir huyendo, es importante que puedas emplear técnicas que te ayuden a mantener la calma, como hacer ejercicios de respiración o contar lentamente del 1 al 10 hasta que te sientas mejor y también puedes emplear técnicas de relajación muscular.
- Motívate constantemente, enfócate en las recompensas que vencer el miedo te aportará.
- Pide ayuda profesional en caso de que sea necesario, Si presentas miedos en los que sientes que no eres capaz de vencer ni afrontar, es recomendable que consultes a un profesional, recuerda que buscar ayuda no es sinónimo de debilidad si no responsabilidad con nosotros mismos.