La gestión emocional no es innata, sino que puede aprenderse a lo largo de la vida. Se trata de un aprendizaje que incluye habilidades tan importantes como comprender, controlar y modificar sentimientos y emociones propias, pero también, nos permite comprender mejor cómo se siente otra persona.
El coronavirus nos puede estar superando, nos enfrentamos a emociones incomodas, nos puede agobiar el miedo, nos estremece escuchar a los trabajadores de la salud las situaciones que viven, y no parece que las cosas vayan a mejorar en un corto plazo. Sin embargo, existe una verdad incuestionable; todo pasa. Y el coronavirus también lo hará.
Pautas especificas: ¡TIPS!
¿Cómo se identifican las emociones?
Para poder manejar, adecuadamente, nuestras emociones necesitamos:
- Detectar cuál es el sentimiento (Identificar la emoción que experimentas lo antes posible).
- Aceptar que las emociones negativas, tienen una razón de ser (cuando entendemos el propósito de las cosas que nos suceden empezamos a experimentar una sensación de bienestar en nuestras vidas).
- Reconocer que algo en nuestro interior o exterior, nos molesta, disgusta o nos hace sentir mal. (después de haber identificado lo reconocemos para proseguir a eliminar de nuestras vidas esa emoción que nos genera una sensación de malestar emocional).
Los cambios, especialmente aquellos que no escogemos, como es la crisis del Covid-19, generan en nosotros un gran impacto emocional.
Mediante el desarrollo de la inteligencia emocional podemos mejorar nuestra capacidad de adaptación a los cambios y nuestra resistencia natural a éstos.
Cuatro Estrategias de Inteligencia Emocional que favorecen la aceptación de cambios
1. Cambio = Ventaja
Hacer gala de una actitud positiva te pondrá en disposición de nuevas posibilidades y te hará mantener una actitud favorable ante el cambio.
Sé optimista respecto a los beneficios, ventajas, nuevas oportunidades y aprendizajes…que el cambio puede reportarte a corto, medio y largo plazo.
2. Identifica el origen de tus resistencias, y luego, ¡Cuestiónalas!
Toma conciencia, reconoce las razones subyacentes de tu resistencia al cambio. Tus emociones ante el cambio reflejan tus propias interpretaciones de la realidad, tus prejuicios y creencias limitantes.
3. Hazte responsable de tus emociones
Los pensamientos negativos y la actitud pesimista afectarán a tu comportamiento, tu motivación, tu desempeño y tu bienestar profesional y personal. Reflexionar sobre la forma en que aceptas y afrontas inicialmente el cambio te ayudará a ajustar tu actitud hacia la predisposición y aceptación de los constantes cambios que estamos viviendo.
4. El cambio también tiene su proceso
Aceptar un cambio conlleva atravesar una serie de etapas, y con ello, tiempo. Saber esto, ya por sí mismo, ayuda a afrontar las novedades más relajado. Puede ser de ayuda identificar en qué etapa del proceso de adaptación te encuentras en estos momentos para poner tus emociones en perspectiva, y así mitigar su desgaste emocional.
Vivimos tiempos dificiles pero en la forma q lo afrontemos veremos reflejado el resultado BENDICIONES